El zinc es un mineral nutricional esencial para muchas funciones biológicas en nuestro organismo.
Es necesario para el correcto funcionamiento de muchas enzimas que catalizan reacciones químicas vitales. Además, estabiliza la estructura de muchas proteínas, algunas de las cuales también intervienen en la expresión de genes.
La deficiencia de zinc adquirida se debe principalmente a síndromes de malabsorción y alcoholismo crónico.
La ingesta adecuada de zinc es esencial para mantener la integridad del sistema inmunitario, específicamente para el desarrollo normal y la función de las células que median las respuestas inmunes innatas (neutrófilos, macrófagos, y células natural killer) y adaptativas (linfocitos).
La deficiencia de zinc dietético se ha asociado con deterioro de crecimiento y desarrollo en niños, complicaciones del embarazo, y disfunción inmune con una mayor susceptibilidad a infecciones.