Dermatología online – Dermatólogo en Alicante – Dermatología Integrativa: Integraderm

El sistema inmune que hay en TU PIEL

El-sistema-inmune-que-hay-en-tu-piel-laura-moya-integraderm

La piel no es solo un tejido que actúa como barrera natural entre el medio externo y el medio interno en el organismo, sino que es el encargado de protegernos activamente de aquellas cosas que pueden ocasionar un daño, como pueden ser microorganismos, estrés ambiental, radiaciones UV o toxinas.

Hace más de 30 años que se comenzó a hablar de la piel como un órgano asociado al sistema inmunológico, pero no fue hasta luego del 2010 que se nominó a la piel como un órgano linfoide periférico. Las células del sistema inmune se localizan tanto en la epidermis como en la dermis, y pertenecen tanto a la inmunidad innata como a la inmunidad adaptativa. En la epidermis, encontramos principalmente los queratinocitos, las células de Langerhans (células dendríticas especializadas que se localizan en la piel) y ocasionalmente linfocitos intra-epidérmicos, mientras que en las capas más profundas de la dermis, encontramos distintas poblaciones de macrófagos, otras subpoblaciones de células dendríticas, mastocitos o linfocitos (principalmente T).

Como en todos los tejidos del organismo, la efectividad del sistema inmune en la piel depende de la estrecha comunicación e interacción entre las células inmunes y algunas células de la piel, como los queratinocitos y fibroblastos, así como de la activación de las células endoteliales de los vasos sanguíneos que permitirán la aportación de nuevas células inmunes en caso de ser requeridas para resolver un proceso inflamatorio o infeccioso.

Un ejemplo de la importancia de un correcto funcionamiento del sistema inmune cutáneo se encuentra en patologías como la psoriasis, el acné o la dermatitis atópica, entre otras, donde la existencia de una respuesta inmune local alterada es una pieza clave de su etiopatogenia.

Además, sabemos que la función del sistema inmunitario (tanto a nivel cutáneo como sistémico) está influenciada, regulada y controlada por mecanismos de origen central, periférico y ambiental. Por lo tanto, las alteraciones de los procesos inmunológicos deben buscarse en cualquiera de los sistemas relacionados con la piel, incluyendo su anatomía, las elecciones nutricionales, el microbioma de la piel y la conexión intestinal, los sistemas cortisolinérgico, melatoninérgico y serotoninérgico y la exposición a la luz solar.

Comprender los distintos mecanismos que regulan la respuesta inmune en distintos ambientes permitirá el desarrollo de nuevos productos terapéuticos para el tratamiento no solo desde el punto de vista dermatológico o cosmético, sino también de forma sistémica en el organismo.

Deja un comentario