Como enfermedad inflamatoria crónica, la hidradenitis supurativa (HS) ejemplifica el vínculo potencial entre la enfermedad cutánea y sistémica.
De hecho, la hidradenitis está asociada con una carga de comorbilidad general más alta que la que existe para personas sanas o con psoriasis.
En esta revisión sistemática se analizó la evidencia disponible en relación a la prevalencia e incidencia de 30 comorbilidades en pacientes con hidradenitis supurativa en comparación con la población general.
Como conclusión se destacó la necesidad de la participación del dermatólogo para el diagnóstico de las siguientes co-morbilidades:
Acné, celulitis disecante del cuero cabelludo, enfermedad pilonidal, pioderma gangrenoso, depresión, trastorno de ansiedad generalizada, tabaquismo, trastorno por abuso de sustancias, síndrome de ovario poliquístico, obesidad, dislipidemia, diabetes mellitus, síndrome metabólico, hipertensión, enfermedad cardiovascular, enfermedad intestinal inflamatoria, espondiloartritis y disfunción sexual.
De todas ellas, la comorbilidad menos atendida dentro del mundo médico probablemente pro tabús existentes al respecto es la disfunción sexual. Debido a que la HS involucra los pliegues inframamarios, ingles, zona genital y glúteos, los pacientes con HS presentan altos índices de disfunción sexual, incluyendo deterioro en la calidad de su vida sexual, problemas de autoestima y trastornos de angustia/ansiedad.
Recientemente se ha informado un aumento del doble en el riesgo de suicidios consumados en pacientes con HS.
Como conclusión, se destaca que la correcta identificación y manejo de estas comorbilidades es clave también para mejorar el control de esta compleja enfermedad a largo plazo.