El término ‘exposoma’ fue utilizado por primera vez en 2005
Para describir la suma de las exposiciones ambientales a las que un individuo está sujeto desde la concepción hasta la muerte.
En 2014, Miller y Jones refinó este término como la influencia acumulada de los factores ambientales y respuestas biológicas asociadas a lo largo de la vida, incluidas las exposiciones del medio ambiente, la dieta, el comportamiento y los procesos endógenos.
En 2016, el impacto del exposoma en enfermedades crónicas se estimó en casi un 80 %.
El acné es un claro ejemplo de la influencia del exposoma en la aparición de dermatosis inflamatorias crónicas, tal y como podemos encontrar en diversos artículos como el que comparto.
Factores como la nutrición, medicamentos, contaminantes, factores climáticos y psicosociales y de estilo de vida pueden influir en el curso y la gravedad del acné y en la eficacia del tratamiento.
1- Nutrición:
En el pasado, la nutrición no era una causa comprobada de acné. Sin embargo, publicaciones recientes muestran un vínculo entre algunos factores dietéticos y acné. Hoy en día, las principales clases de alimentos que se consideran desencadenantes del acné son los productos lácteos y carbohidratos hiperglucémicos.
Aunque hay pruebas convincentes de una correlación entre los elementos nutricionales y el acné, no hay estudios de intervención que respalden que los regímenes dietéticos tengan relevancia clínica.
2- Microbiota:
Además, proteger el espectro de la microbiota es crucial ya que protege de la activación de la inmunidad innata que conduce a la inflamación.
La capacidad de los probióticos orales para reducir el estrés oxidativo sistémico, para regular las citoquinas y para reducir los marcadores inflamatorios ha mostrado importantes beneficios en el acné.
A pesar de ello, aún son necesarias más investigaciones para confirmar el beneficio clínico de los probióticos en el acné.
3- Fármacos:
Se sabe que algunos anticonceptivos orales, corticoides, halógenos, isoniazida, el litio, la vitamina B12, los inmunosupresores y ciertos agentes anticancerígenos y la radioterapia causan erupciones acneiformes.
4- Factores psicosociales:
Existe evidencia de que los factores psicosociales y de estilo de vida, incluidos el estrés, las emociones, la privación del sueño y el impacto del estilo de vida en las enfermedades inflamatorias de la piel.
Las hormonas liberadoras de corticotropina y los neuropéptidos están presentes en las glándulas sebáceas, posiblemente activando vías que afectan los procesos inmunitarios e inflamatorios que conducen al desarrollo y exacerbación de ac inducida por estrés y neurológicamente.
5- Factores ocupacionales o cosméticos:
El uso de productos tópicos muy emolientes u oclusivos puede favorecer la aparición del acné, así como la existencia de factores mecánicos o friccionales en algunas zonas.
6- Contaminantes aéreos, como el humo el tabaco o ambientales:
Aumentan el estrés oxidativo a nivel celular.
7- Condiciones climáticas y estacionales
Variaciones resultantes de una combinación de calor, humedad y UVR intensivo puede desencadenar un brote de acné inflamatorio, que ha sido llamado acné mallorca.
Aún queda camino por recorrer pero no hay duda de que adquirir un conocimiento detallado acerca de las interacciones genética/ambiente puede ayudar a identificar diferentes subgrupos de pacientes y así permitir el desarrollo de y medidas eficaces contra la alteración de la microbiota y barrera cutánea.
Cada pequeño gesto cotidiano construye tu vida y tu entorno, construye tu piel, y te construye a ti…Toma las riendas de este importante viaje y crea el mejor de tus cruceros.