El vínculo entre la alimentación y la salud /enfermedad ha sido históricamente reconocido en el ámbito sanitario. Hoy sabemos que hay ciertos alimentos que están directamente relacionados con la fisiopatología de ciertas dermatosis, como es el caso del gluten y la dermatitis herpetiforme; y otros alimentos que pueden actuar como factores coadyuvantes, favoreciendo la activación de ciertas dermatosis subclínicas.
La psoriasis es una de las dermatosis crónicas más frecuentes en la consulta de dermatología, causando una importante morbilidad física y psíquica de los pacientes, con el consiguiente impacto en su calidad de vida. Clásicamente considerada como una patología que afecta a la piel y las articulaciones, hoy sabemos que la psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica sistémica que se asocia a varias comorbilidades, especialmente de origen cardio-vascular, tales como infarto agudo de miocardio e infarto cerebral. Además, los pacientes psoriásicos presentan mayor prevalencia de otros factores de riesgo tales como hipertensión, diabetes mellitus, hipercolesterolemia , obesidad o síndrome metabólico.
La pérdida de peso en pacientes psoriásicos con sobrepeso u obesidad ha demostrado tener un impacto positivo en la actividad inflamatoria en piel y a nivel músculo esquelético. Además, existe evidencia de que la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar psoriasis cutánea y articular, así como que se asocia a niveles más elevados de actividad de la enfermedad, y pero respuesta al tratamiento. Klingberg et al. Arthritis Research & Therapy (2019) 21:17
Si bien no hay evidencias científicas que respalden una «dieta para la psoriasis» específica, los afectados por psoriasis parecen evolucionar mejor cuando evitan alimentos que aumentan la inflamación (como alimentos procesados, carnes rojas grasas y azúcar refinado) y consumen alimentos que se sabe que reducen la inflamación (p. ej.: alimentos ricos en omega-3). El consumo de una dieta equilibrada, así como el descenso de peso en pacientes obesos está alzándose como una medida beneficiosa a largo plazo en pacientes psoriásicos.
Además, ya existen trabajos científicos de calidad (ensayos clínicos aleatorizados) que avalan que las personas que toman abundantes alimentos con índice/carga glucémico alto tienen mayor tendencia a desarrollar acné, de tal modo que una dieta baja en los mismos, disminuiría la aparición de nuevas lesiones y su intensidad.